miércoles, 18 de febrero de 2009

Tiempo de Crespillos

Crespillos de borraja, sí señor, de borraja. Una planta que, seguro que por cercana tan denostada, ha sido el disfrute de civilizaciones enteras, desde los griegos a los romanos, los celtíberos, musulmanes andalusíes y nuestros cercanos mozárabes. Ha servido como remedio medicinal en sus principios, como manjar en las mejores mesas después, y como “gran alegrador” según un manuscrito anónimo del siglo XIII sobre la cocina hispano-magrebí. Una planta que, como no podía ser de otra manera, también está presente en nuestra comarca La borraja, procedente de la península ibérica, ha ido atravesando diferentes etapas y ha llegado hasta nosotros desde la humildad de lo silvestre (hasta bien entrado el siglo XII no se cultivaba) hasta ser considerada una de las excelencias de la cocina aragonesa. Lo cierto es que, junto con el espárrago, la alcachofa y la berenjena, está considerada como una de las cuatro perlas gastronómicas islámicas. Ahí es nada. Aunque bien es cierto ha tenido que luchar contra ese dicho popular, mal replicado, que la ha intentado reducir a poco menos que nada. El mal dicho “agua de borrajas” en realidad y en origen es “agua de cerrajas”, una hierba de la que se utilizaba su caldo de cocción como remedio medicinal hasta que se comprobó que, menos calentar, todo lo demás era fantasía. Y por los caprichos de la similitud sonora, la borraja cargó con el descrédito. En fin… Como postre unos crespillos, que por ellos hemos empezado, y que, a pesar de que están cayendo en el olvido, todavía constituyen una deliciosa sorpresa de la repostería de este Valle. Aunque hay tantas recetas como casas y tantas costumbres como pueblos (está extendida no sólo por la Ribagorza, sino por todo nuestro territorio aragonés) una forma sencilla es la siguiente: Crespillos de borraja Autor: Cocina Tradicional Aragonesa Tipo: Postres INTRODUCCION Un postre tradicional que aprovecha a fondo la verdura INGREDIENTES 800 grs de hojas tiernas de borraja300 grs de harina200 grs de azúcar 2 huevos Leche y aceite. PREPARACION Con la harina, las dos terceras partes del azúcar, los huevos batidos y un poco de leche se prepara una pasta muy ligera con la que se rebozan las hojas más tiernas del cogollo de la borraja, una vez bien limpias y troceadas. Se fríen en aceite muy caliente y cuando estén doradas se escurren y espolvorean con azúcar. Fuentes: www.hotelselbadansils.com www.redaragon.com

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