“El que no sabe comer después de farto, no sabe trabajar después de cansado”
Este refrán altoaragonés define la cultura altoaragonesa a la hora de festejar sentados a la mesa. El trabajo de sol a sol en el campo curtía hombres toscos y modestos de modo que se apreciaba especialmente el momento de descansar y comer. Las comidas de los días de fiesta solían ser generosas en alimentos que debían ser regados con una cantidad acorde de vino y que además demostraba que el anfitrión gozaba de bonanza y generosidad.
Seguro que todos conocemos de algún lugar donde todavía se hace honor al refrán sirviendo 5 platos y desde luego no puedes dejar de probar ninguno de los postres que cada asistente preparó.
A pesar de que ya no suele ser así en cuanto a la cantidad, aunque sin rendirse a la nouvelle cuisine, esta cultura de celebración a la mesa se mantiene hasta nuestros días donde las comidas forman una parte importante de las celebraciones, rodeados de familia y amigos.
Aquí tenemos algunas fotos de las cenas de vecinos que se hicieron el domingo y el martes, día del Patrón.
Gracias Isabel por las fotos.
Domingo 2 Agosto


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